Desde que tengo memoria, he sido lo que muchos
describirían como una persona gordita. En mi niñez, no entendía completamente las implicaciones de tener sobrepeso; en casa,
estar gordita se veía como algo normal, una señal de buena salud y bienestar. Crecí en un entorno donde la gordura no solo era
aceptada sino considerada un atributo positivo. Sin embargo, esa percepción cambió drásticamente cuando empecé a enfrentar
problemas de salud y a sentirme incómoda con mi apariencia.
Recuerdo vívidamente cómo, en la escuela, muchos de mis
compañeros me hacían bullying por mi peso. Aquellos momentos de burla y rechazo marcaron mi autoestima, y aunque en mi
hogar la gordura era vista con buenos ojos, el mundo exterior me mostraba una realidad diferente. A medida que crecí,
los problemas de salud comenzaron a aparecer: presión alta, dificultades para moverme y una sensación constante de fatiga.
A pesar de que siempre pensé que ser gordita era un signo de buena salud, la realidad
de mis problemas médicos me mostró lo contrario.
La presión social también jugó un papel importante en mi vida. Viendo videos y publicaciones en redes sociales, me di cuenta
de que la gente que se consideraba bonita a menudo no tenía sobrepeso. Esta percepción me hizo sentir cada vez más insegura
sobre mi apariencia. La disconformidad y el malestar me llevaron a probar una variedad de métodos para perder peso: dietas,
pastillas y ejercicios. Sin embargo, la falta de fuerza de voluntad y los constantes fracasos solo aumentaron mi frustración.
Finalmente, después de escuchar los consejos de una amiga y consultar a familiares en el ámbito médico, me encontré con una
opción que cambiaría mi vida: la cirugía bariátrica. Decidí investigar y consultar con el Dr. Jesús Núñez, un experto en
procedimientos bariátricos. Lo que descubrí y experimenté en este proceso no solo me ayudó a perder más de 30 kg, sino que
también transformó mi salud y mi perspectiva de vida.
Esta es mi historia, una travesía desde la infancia hasta encontrar
una solución efectiva para el sobrepeso. En el artículo que sigue, compartiré más sobre cómo la cirugía bariátrica ha
impactado mi vida y por qué creo que puede ser una opción valiosa para aquellos que enfrentan problemas similares.
La cirugía bariátrica es un tema que ha ganado mucha relevancia en los últimos
años debido a su impacto significativo en la vida de quienes luchan contra la obesidad. Al considerar esta opción, me
adentré en un mundo lleno de información, procedimientos y, sobre todo, esperanza. Mi experiencia personal con la cirugía
bariátrica ha sido transformadora, y quiero compartir cómo este viaje ha cambiado mi vida y qué aspectos son cruciales
para quienes están considerando este tipo de intervención.
La cirugía bariátrica engloba varios procedimientos destinados a ayudar a las personas a perder peso de manera significativa cuando otros
métodos, como la dieta y el ejercicio, no han sido efectivos. Entre las técnicas más comunes se encuentran la manga gástrica y el bypass
gástrico. Estas cirugías no solo ayudan a reducir el peso corporal, sino que también pueden mejorar o incluso remitir condiciones asociadas
como la diabetes tipo 2 y la hipertensión.
La Manga Gástrica es un procedimiento que implica la reducción del tamaño del estómago
en aproximadamente un 80%, creando un tubo estrecho que limita la cantidad de comida que se puede ingerir. Esta técnica ha demostrado ser
efectiva para lograr una pérdida de peso del 60 al 70% del peso corporal en el primer año. Para mí, la idea de tener un estómago más pequeño
parecía intimidante, pero comprendí que era una herramienta poderosa para enfrentar la obesidad.
El Bypass Gástrico, por otro lado,
es una cirugía que crea un pequeño reservorio en la parte superior del estómago y lo conecta a una parte del intestino delgado. Esto no
solo restringe la cantidad de alimentos que se pueden consumir, sino que también reduce la absorción de nutrientes, ayudando a perder
entre el 50 y el 75% del peso corporal en el primer año. En mi caso, la combinación de restricción y malabsorción parecía ofrecer una
solución más completa a mi problema de peso.
Recuerdo claramente el momento en que decidí dar el paso hacia la cirugía
bariátrica. Había probado innumerables dietas y programas de ejercicio, pero el peso seguía siendo un obstáculo en
mi vida. La cirugía no era una decisión fácil; estaba llena de dudas y preocupaciones sobre los riesgos y los beneficios.
Sin embargo, después de una consulta exhaustiva con mi equipo médico y de entender los potenciales beneficios,
decidí seguir adelante.
La cirugía en sí fue un proceso relativamente rápido, gracias a las técnicas mínimamente
invasivas que se utilizan hoy en día. El tiempo de recuperación fue más corto de lo que esperaba, y el dolor postoperatorio
fue manejable. Lo más sorprendente fue cómo mi cuerpo comenzó a responder de inmediato, no solo en términos de pérdida
de peso, sino también en la mejora de mi salud general. Mis niveles de azúcar en sangre comenzaron a estabilizarse y
mi presión arterial se normalizó.
Uno de los mayores beneficios que experimenté fue la reducción significativa
en mi necesidad de medicamentos para controlar la diabetes tipo 2. Al cabo de unos meses, mi equipo médico y yo estábamos
sorprendidos por la remisión parcial de mi diabetes, lo que me permitió reducir la cantidad de medicamentos que tomaba.
Esta mejora en mi salud también se reflejó en mi bienestar general y mi calidad de vida.
Sin embargo, el camino
no estuvo exento de retos. La adaptación a una nueva forma de comer y a los cambios en el cuerpo requería un esfuerzo
continuo. Aprender a escuchar las señales de mi cuerpo y ajustar mis hábitos alimenticios fue crucial para mantener los
resultados a largo plazo. La asesoría continua de nutricionistas y el apoyo psicológico fueron esenciales para superar
estos desafíos.
La cirugía bariátrica es una herramienta poderosa en la lucha contra la obesidad,
pero no es una solución mágica. Requiere un compromiso continuo con cambios en el estilo de vida y un seguimiento riguroso
con el equipo médico. En mi caso, la cirugía no solo cambió mi peso, sino que también transformó mi vida de maneras que
nunca imaginé posibles.
Si estás considerando la cirugía bariátrica, te animo a investigar a fondo, hablar
con profesionales y considerar todos los aspectos, tanto físicos como emocionales. Mi experiencia personal me ha
enseñado que, con el apoyo adecuado y un enfoque comprometido, es posible alcanzar una vida más saludable y satisfactoria.
Si tu que has luchado contra esta enfermedad por varios
años y aún sigues sin lograr tus metas de peso, aquí en Bypass Gástrico Mérida, liderado por el experto en este tema, Cirujano Bariatra
Certificado, Dr. Jesús Núñez, el cuál pone como prioridad tu salud física y mental, está para ayudarte y acompañarte durante todo este
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